El desmaquillado, o la primera limpieza de tu piel con un bálsamo o aceite limpiador, es uno de los pasos más importantes de tu rutina, incluso si no usas maquillaje . Es verdad, ¡has leído bien! Este paso de limpieza no es sólo para quitar el maquillaje. Los limpiadores faciales a base de aceite (que son todos desmaquillantes) también eliminan, por ejemplo, los restos de contaminación, la acumulación de sudor y sebo de la piel y la crema solar. Y eso es gracias a una regla simple: la grasa atrae a la grasa. El maquillaje, la contaminación y el exceso de sebo son precisamente sustancias grasas que el aceite emulsiona y elimina sin dañar la piel. Por lo tanto, es un paso esencial que preparará tu piel para todos los demás pasos de tu rutina.
De nada sirve invertir en caros sérums y cremas si no te dedicas primero a hacer una buena doble limpieza a tu piel, que consiste en limpiar primero la piel con un bálsamo o aceite limpiador y luego volver a limpiar con una crema, leche o espuma limpieza. De lo contrario, tus poros estarán demasiado obstruidos para recibir los maravillosos ingredientes de tus productos para el cuidado de la piel.