La crema hidratante es esencial en cualquier rutina, para cualquier tipo de piel (¡incluso la piel grasa!). Salir de casa sin crema hidratante es lo mismo que caminar por la calle sin abrigo en un día muy frío y ventoso. Tu piel estará expuesta a agresiones, sin ningún tipo de protección. Por otro lado, acostarse sin aplicar crema hidratante obliga a la piel a trabajar horas extras para mantenerse hidratada y no aprovecha el potencial regenerativo que tiene la piel durante la noche.
Lo ideal es que utilices una crema hidratante durante el día y otra por la noche, ya que las necesidades de tu piel son diferentes. Pero puedes elegir una crema hidratante más genérica, adaptada a tu tipo de piel, que puedas usar por la mañana y antes de acostarte.
Si decides diferenciar:
🌄Mañana: Puedes optar por una crema hidratante que también tenga protección solar, ahorrándote así un paso extra por la mañana (los protectores solares de Dermalogica son muy buenos para este propósito), sólo asegurándote de usar una cantidad adecuada. Alternativamente, puedes preferir usar un humectante básico, adecuado para tu tipo de piel, y aplicar protector solar después.
🌌Noche: Durante la noche, la piel se regenera y pasa por un proceso de autolimpieza. Los humectantes formulados específicamente para uso nocturno tienen ingredientes activos que ayudan a la piel en este proceso de regeneración y recuperación.
Si prefieres usar solo una crema humectante en ambos momentos:
🌄🌌Mañana y Noche: Opta por una crema hidratante sencilla, adecuada a tu tipo de piel, sin filtro solar ni principios activos para uso nocturno (por ejemplo, el retinol y sus derivados sólo deben usarse por la noche).